El edificio, si bien no ha sido reformado, se ve sustancialmente alterado por los grandes carteles luminosos que no armonizan con la fachada diseñada por Buffalini, especialmente por estar uno de ellos ubicado en forma perpendicular al frente. Este proyectista muestra en sus obras rasgos característicos de modernismos de moda, pero tal vez más expresivos que los de sus colegas. Por un lado gusta de fuertes líneas verticales y por otro de la inclusión de animales (leones, tortugas, águilas) en la composición. Asimismo emplea pequeñas columnillas con funciones decorativas en varias de las más importantes obras que dejó en la ciudad, como en la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús. En la casa de Ramón Olaciregui, más conocida por la casa de las tortugas, también utilizó decoración zoomorfa.