Próspero Nicolás Pagano nació en Italia y hacia el año 1904 se radicó en Bahía Blanca. Ya en esta ciudad se inició en el ramo de la construcción y de la fabricación de mosaicos. Su aporte a Bahía Blanca llegó en el momento más oportuno, cuando la ciudad comenzaba a definir su perfil urbano y se emprendían las grandes obras que enriquecen hoy su patrimonio arquitectónico. Hacia fines del mismo año que llegara a nuestra ciudad tenía lugar la ceremonia de colocación de la piedra fundamental del palacio municipal, obra que estuvo a su cargo y que finalizaría cinco años más tarde.
Su compañía la constituyó con su hermano, Gerardo, y actuó bajo la denominación de N. y G. Pagano, Empresa Constructora, lo cual era suficiente aval para garantizar la calidad de la construcción. Muchos profesionales han trabajado con esta firma, entre los cuales se destaca la figura del arquitecto Alberto Coni Molina, uno de los más importantes que tuvo el país.